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Aldea Infantil fue reconocida por imaginar la arquitectura como una herramienta para la transformación social

 

RIBA o Real Instituto de Arquitectos Británico ha condecorado a la Aldea Infantil como la mejor construcción arquitectónica del año. Se trata de un internado escolar diseñado por los estudios de arquitectura Aleph Zero y Rosenbaum. Este premio rinde homenaje a los edificios más impresionantes e innovadores de todo el mundo. Este año tocó el turno a la Aldea Infantil. Un complejo de 25,000 metros cuadrados en el borde de una selva tropical al norte de Brasil.

En primer lugar, este premio le ha sido concedido por el gran impacto social que implica. Dado que se trata de un internado escolar con capacidad para 540 niños que asisten a la escuela Canuanã. Un espacio de aprendizaje y residencia que resalta por su diseño ambiental construcciones ligeras. Lo más destacable es que proporciona una gran extensión de sombra, debajo de la cual se organizan grupos de pequeños edificios. Sus paredes perforadas permiten una ventilación natural, lo cual permite soportar temperaturas de hasta 45 grados.

Sus componentes principales son la madera, adobe y ladrillos de barro. Aldea Infantil ofrece habitaciones para seis en literas de madera, dispuestas alrededor de patios  y áreas de juego. Además, hay dos edificios idénticos, uno para niños, uno para niñas, cada uno con una extensión de 165 metros x 65 metros. La filosofía de este proyecto se centra en usar la arquitectura “como una herramienta para la transformación social.

Parte de este logro fue gracias a Denise Aguiar, directora de la Fundación Brade. Y es que, estos arquitectos estuvieron tan inmiscuidos en el proceso de creación que, decidieron convivir por 10 días con los niños. Así conocerían sus principales necesidades. El resultado fue una un edificio que ejemplifica la excelencia en el diseño con causa social.