La sede de la Biblioteca Nacional de Francia en Louvois estuvo seis años en remodelación
Fue en el siglo XVIII que el arquitecto Henri Labrouste iniciaba lo que se convertiría en uno de los recintos más bellos de Francia (y el mundo): la creación de la Biblioteca Nacional de Richelieu en Louvois, París. Unos cuantos siglos después, el proyecto ha crecido para ampliar su oferta al público.
La Biblioteca Nacional de Francia tiene dos recintos que albergan sus colecciones más importantes, el François Mitterrand y Richelieu, la cual cuenta con el acervo de obras especializadas en artes del espectáculo, manuscritos, arquitectura, planos y monedas, medallas y antiguos.
Con un estilo que combina la arquitectura clásica y el diseño contemporáneo, el espacio de lectura e investigación se ha adaptado a las necesidades de la actualidad sin dejar de lado su esencia tradicional que la ha convertido en uno de los recintos arquitectónicos más impresionantes del mundo.
El arquitecto seleccionado para hacer las modificaciones fue Jean-François Lagneau, de la agencia Bruno Gaudin y quien ha comentado que los aspectos primordiales para dicha intervención fueron el cuidado de la luz y la comodidad de los usuarios.
Aunque las modificaciones hechas por el Ministerio de Cultura en este espacio están contempladas hasta el 2020, sus puertas fueron abiertas el 1 de marzo, luego de seis años de adaptaciones estructurales y de diseño.