Sobre Vivencia es el nombre del mural colaborativo de los artistas urbanos Libre y Decertor
Una mesa puesta sobre un patio gris; alrededor de ella un grupo de personas tienen una conversación casual y relajada. Ninguno de los allí presentes parece notar que en ese mismo lugar un par de artistas, brochas y cuaderno en mano, plasman a unos metros sobre el piso una obra acerca de vivencias, identidad, éxodos y, por encima de eso, sobre nosotros mismos.
En ALL CITY CANVAS conversamos con Libre y Decertor sobre la migración, el arte y su más reciente obra Sobre Vivencia.
“El arte hace que tu grito se escuche” menciona Libre, pintor y muralista proveniente de Tijuana, y tiene por completo la razón. Cuando actualmente, problemas como el racismo y la xenofobia ponen a México y Latinoamérica en un incómodo reflector, es el arte la más poderosa herramienta de manifestación. La universalidad de su lenguaje provoca que hasta los más ajenos al problema pongan atención.
Para ambos artistas, colaborar en este proyecto es una oportunidad única de hacer presentes temas que quizás en sus respectivos trabajos se encuentren subyacentes. Se trata de la perfecta dialéctica México-Latinoamérica; un espacio en el cual verter sus experiencias, estilos, diferencias y similitudes. Como artistas, unidos son más fuertes.
Sobre Vivencia, parte del ciclo “Retorno a Latinoamérica” organizado por Viernes Residente, reafirma la hermandad mexicana con el sur del continente. El propósito del mural, de acuerdo con Decertor, referente del arte urbano en Perú y Latinoamericano “es reforzar la dignidad y el reconocimiento a los migrantes. Verse reflejado de forma real, fuera de lo sensacionalista o amarillista”.
Respecto a la migración como fenómeno, Decertor señala “somos obligados a dejar nuestro entorno para obtener un bienestar que se mueva a la par con el mundo”. Para esto, Libre y Decertor no son ajenos a la condición de migrantes. “La migración es esencial para el ser humano. En la vida es una necesidad que en el arte se ve reflejado”, considera el peruano. Por su parte, Libre indica que él se ha sentido como migrante cuando viaja, “pero siempre traigo conmigo mi país, mi cultura, mi raíz, mis colores y mi música”.
En el centro del mural, un corazón hecho de madera, se trata de un hogar, el que todos llevamos en el núcleo, lo que nos define. A sus costados, un paisaje fronterizo; del otro, un campo con montañas de fondo, en una vista que se sugiere andina.
La obra también muestra elementos relacionados al concepto de hogar, pero que muchas veces son olvidados: la flora y la fauna con la que coexistimos. La colaboración sin duda logra la meta de reforzar vínculos entre México y el sur del continente. Al juntar las miradas en busca de códigos en común, Sobre Vivencia cumple con lo que Libre expresó respecto a la misma obra: “darle valor a la hermandad que se da cuando se pinta y más cuando es con un hermano latinoamericano”.