Las esculturas de Daniel Harsham nos hablan de lo incierto y efímero del tiempo
El Palacio de Perrotin está listo para acoger la obra del artista Daniel Harsham, quien este 11 de enero presenta una exposición individual.
La muestra llevará por nombre París 3020 y está integrada por un conjunto de esculturas a gran escala que presentan una característica muy peculiar: un efecto de erosión. Cada obra está inspirada en bustos clásicos que originalmente tienen su lugar en museo como el Louvre, el Museo de la Acrópolis en Atenas, el Museo de Historia del Arte de Viena, etc.
Otras obras están inspiradas en moldes y escaneos durante su estancia en Réunion des Musées Nationaux. En otras palabras se tratan de piezas emblemáticas pertenecientes a colecciones de los museo más prestigiosos de Europa. Por ese motivo encontraremos piezas como La Venus de Milo o un Moisés de Miguel Ángel.
Además, cada escultura está hecha a partir de cristal comprimido y cada pieza la sumergió en hidrostone. Un proceso similar a la fundición de la cera, para producir las réplicas casi exactas. Posteriormente, cinceló las piezas, y logró su cristalización con cenizas volcánicas, calcita azul, selenita, cuarzo y cuarzo rosa.
Las obras en conjunto tienen el objetivo de “comprimir el tiempo, al mismo tiempo hacer referencia al pasado, informar al presente y alcanzar un futuro cristalizado”, refiere Arshaim. Esta muestra tiene la intensión de explorar la relación entre objetos históricos y el paso del tiempo.
Por su parte, en un comunicado Perrotin dijo que “utilizando objetos clásicos y antiguos, este nuevo cuerpo de trabajo experimenta con la intemporalidad de ciertos símbolos”.
Finalmente Paris 3020 podrá apreciarse hasta el 21 de marzo en Perrotin. También puedes ver más obras de Arshaim en su Instagram.