Experiencias místicas y cercanas a la muerte fuera del cuerpo… eso y más encierra el mundo del DMT
Muchos consumidores aseguran que el DMT es la sustancia que los llevó a experimentar sensaciones cercanas a la muerte. O al menos, desde su experiencia, fue una especie de disociación o una pérdida total de un sentido de sí mismo. No obstante debemos recordar que los efectos varían de cada organismo.
Por ello, en esta entrega conoceremos las características fundamentales de la N, N-Dimetiltriptamina o la llamada “molécula espiritual”. Asimismo, veremos un par de estudios que buscan dar posibles explicaciones a los efectos del DMT tanto en la psique como en el organismo.
Origen químico y orgánico
En primer lugar el DMT pertenece a la familia de las triptaminas las cuales se sintetizaronpor primera vez en 1936. En 1959 el DMT se consideró un ingrediente psicoactivo de la semilla de Anadenanthera colubrina (cebil, wilca, vilca) y la Anadenanthera peregrina conocida también como yopo.
También se puede encontrar en algunas cortezas de la planta conocida como Virola y en semillas de la Peganum Harmalason que utilizan los nativos del Amazonas. De hecho, la sustancia se encuentra en el cuerpo humano y al menos en otras 60 especies de plantas en todo el mundo. Por si fuera poco también lo encontramos en las secreciones del Bufo Alvarius o “sapito”.
Efectos y usos
Uno de los personajes que se introdujo en la investigación de los efectos del DMT fue el etnobotánico, filósofo e historiador estadounidense Terence Kemp McKenna. Él defendió el uso responsable de las plantas de poder o alucinógenas. En su libro True Hallucinations este autor narró su experiencia al ingerir altas dosis de hongos psicodélicos, la ayahuasca y DMT, que consideró la apoteosis de la experiencia psicodélica.
De hecho, llamó al DMT “el alucinógeno más poderoso conocido por el hombre y ciencia sin dejar de lado su origen común en la naturaleza. Por otro lado, otro estudioso de la sustancia fue Rick Strassman quien realizó una investigación clínica aprobada y financiada por el gobierno de los EE. UU. En la Universidad de Nuevo México, en la que inyectó DMT a sesenta voluntarios.
Su descripción detallada de esas sesiones es una investigación fascinante sobre la naturaleza de la mente humana y el potencial terapéutico de los psicodélicos. Además, muchos de los participantes informaron encuentros convincentes con presencias no humanas inteligentes, extraterrestres, ángeles y espíritus.
Casi todos sintieron que las sesiones fueron una de las experiencias más profundas de sus vidas. Lo más interesante es que el DMT guarda una relación cercana con la glándula pineal —considerada por los hindúes como el sitio del séptimo chakra y por Rene Descartes como el asiento del alma—.
Strassman también creía que las “experiencias de abducción extraterrestre” son provocadas por liberaciones accidentales de DMT. En un Artículo publicado por Motherboard Estados Unidos científicos administraron microdosis de DMT a ratas y encontraron pruebas que sugieren que la sustancia psicodélica modifica las respuestas de miedo y ansiedad en los animales.
Lo que el equipo descubrió fue que el DMT pudo haber causado “respuestas parecidas a los antidepresivos” en las ratas.En consecuencia los autores del estudio esperan que esto conduzca a futuras incursiones en el consumo de microdosis de DMT para tratar males como el estrés postraumático en humanos.
DMT en rituales espirituales
Históricamente, los chamanes de América del Sur han utilizado el 5-MeO-DMT para propósitos rituales y de sanación. En concreto, consideran que la ‘molécula de Dios’, como también se conoce a la secreción viscosa del Bufo Alvarius, tiene fines medicinales contra las adicciones o algunos problemas mentales por sus cualidades alucinógenas.
Según la Fundación ICEERS (International Center for Ethnobotanical Education, Research & Service), “por vía fumada/vaporizada la 5-MeO-DMT presenta unos efectos inmediatos y cortos, habitualmente de menos de 20 minutos de duración, aunque de una intensidad a menudo inesperada y sobrecogedora”.
En el caso de la ayahuasca la usan los curanderos para depurar a los enfermos y observar qué puede causar la dolencia a nivel espiritual. Con la guía del chamán, los participantes entran en un trance de visiones psicodélicas y también sufren de diarrea y vómitos. Así se completa la mencionada depuración, “purga” o “muerte del ego”.
Terapia milenaria o droga. Como lo quieran llamar. Lo cierto es que la idea es alterar la conciencia para abrir la mente y pasar a un estado de relajación, introspección y libertad espiritual. Cualquiera que sea el caso siempre deberá acudirse al DMT con respeto y siempre bajo la supervisión de expertos.