Las influencias de su cultura y su visión del mundo son los elementos que conforma la obra de El Mac
Miles MacGregor, mejor conocido como “El Mac”, nació en Los Ángeles, en 1980. El camino del arte lo llevó a ser uno de los artistas urbanos más reconocidos del mundo en la actualidad.
Desde una corta edad el artista se interesó por conocer más acerca del arte. En este sentido, sus primeras influencias provinieron del Art Noveau y los pintores europeos clásicos, como Caravaggio, Vermer, Gustav Klimt, entre otros.
Asimismo, su entorno sería otro factor decisivo en su proceso de creación y aprendizaje, pues al ser originario de una ciudad tan multicultural como Los Ángeles, el artista retomó aspectos de la cultura chicana y mexicana en la que creció. Por supuesto, el graffiti fue la piedra angular de lo que vendría después.
Por otro lado, sus primeras experiencias artísticas se las brindó la pintura acrílica y el pincel sobre lienzo. Pero fue hasta mediados de los años 90 cuando decidió tomar una lata de aerosol y comenzar la experimentación en muros tras una ardua práctica pictórica.
En consecuencia, sus primeras piezas se abocaron a la creación de retratos fotorrealistas de rostros y figuras humanas. Estas creaciones develan una característica en común: el uso de colores brillantes y oscuros, así como líneas de contorno repetitivas en forma de ondas.
En sus piezas siempre veremos retratos de personas originarias del país o lugar que visita. Un ejemplo de ello fue lo que hizo en una de sus visitas a México, en el Hotel Reforma durante el festival All City Canvas. Aquí pintó la silueta de una mujer con las manos unidas en pos de plegaria.
Definitivamente es trabajo enfocado en los detalles lo que hace de las obras de El Mac verdaderas piezas de arte. Es un reflejo hermoso de su perspectiva ante el mundo y en esa visión nos sumerge en cada mural. Finalmente puedes ver más de sus obras en su página web.