El nombre que le dio Enrique Chiu a esta enorme colaboración fue El muro de la hermandad
Un mural a gran escala en la frontera de México con EEUU se finalizó con éxito gracias a 3,800 voluntarios y al artista Enrique Chiu.

Sin embargo, no es un proyecto reciente, ya que las primeras pinceladas se dieron en el año 2016, año de las elecciones presidenciales del país vecino. El muro de la hermandad abarca aproximadamente una milla de la frontera de México en el lado de Tijuana.
Además, también se realizaron otros proyectos de menor escala en el borde sur de la frontera, donde se encuentran lugares como Tecate, Mexicali, Ciudad Juárez, Nacozari de García y Reynosa. Ello con el fin de expandir los alcances de este mural.

Lo más importante es que este trabajo no sólo se reduce al mero carácter artístico.Por el contrario, también enfatizan un mensaje simbólico que pugna por promover la paz y la convivencia a través de sus dibujos y mensajes plasmados.
“Los murales transmiten mensajes de paz a las personas que cruzan la frontera en auto o a pie”, dijo Chiu. Además, recalcó que “También pretenden ser un último atisbo de esperanza para los migrantes que corren peligro al cruzar hacia el norte”.

Por otro lado, la intervención del muro también es una especie de protesta política hacia las políticas cada vez más inhumanas de Donald Trump. Y es que Chiu se mudó con su familia a Los Ángeles cuando tenía sólo ocho años.
El mural tiene palabras e imágenes coloridas. Algunas más elaboradas; otras simplemente improvisadas al momento, pero siempre con la intención de protestar y dar otro significado a la noción de migrante o ilegal.
