Créditos: Fer Alcalá
Consell Comarcal de Osona y su Departamento de Turismo presentaron el Festival Internacional Osona Artimur, un nuevo proyecto de street art llevada a cabo por Transit Projectes en el que 19 artistas intervinieron las calles de Osona con mucho arte urbano.
En octubre y noviembre de 2022, B-Murals se encargó de la curaduría y realización del festival Osona Artimur. La programación reunió nombres destacados del panorama muralista internacional, artistas ya conocidos del arte contemporáneo español y creadores locales emergentes seleccionados por convocatoria abierta o a través de procesos participativos con las comunidades locales.
Este proyecto pionero para el centro de arte B-Murals plantea preguntas en torno al street art y su contexto de desarrollo: por ejemplo, ¿los pueblos pueden constituir un escenario idóneo para la práctica del arte urbano?
El objetivo primordial del Festival Internacional Osona Artimur es crear una nueva línea de valor patrimonial en cinco pueblos rurales de la zona: Prats de Lluçanès, Manlleu, Sant Julià de Vilatorta, Sant Bartomeu del Grau y Alpens.
Así como algunas de las intervenciones embellecen el entorno y llaman la atención del visitante (como los murales de Wedo Goas, Jan Vallverdú, Luogo Comune, Alberto Montes, Marta Lapeña, Twee Muizen, Eloise Gillow…) esta edición pionera del festival nos enseñó que el muralismo puede abrir espacios de debate en torno a la tradición y el arte en los pueblos.
Por ejemplo, tenemos el mural controvertido de Ana Barriga en Sant Julià que ha abierto un gran debate sobre el lugar del arte contemporáneo en un contexto rural, pero también las propuestas sobre género dentro del folclore en el mural de Mateu Targa, la cultura del caballo en la obra de Sergi Bastida, o bien reflexiones que abarcan la condición del ser humano actual con las piezas de Isaac Cordal.
Los procesos participativos son herramientas de visibilización de diferentes perfiles de población y de cohesión social, como lo muestra el trabajo de Daniel Muñoz, producido con el colectivo de salud mental “Osonament” de Manlleu. Las propuestas de Chu Doma, Zosen y Alessia Innocenti, elaboradas con alumnos de las escuelas locales, permiten abrir vías de exploración del arte, reivindicarlo como útil de expresión y formar públicos nuevos.
Por otro lado, las obras contemporáneas y abstractas rompen con los criterios de estética tradicional y buscan nuevos retratos de la identidad local, como ocurre con los murales de Zoer, Satone, Ana Barriga, Rosh o Nano4814. Así mismo, el contexto rural se convierte en lugar de investigación, innovación y fomento del arte.
El Festival Internacional Osona Artimur abre nuevos horizontes para el arte en el contexto rural catalán y los cinco pueblos voluntarios de esta edición dan un paso al frente para liderar el camino.
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