El trabajo de Frode Bolhius refleja la pasión del artista por el color, la ilustración y el minimalismo
Sumergirse en el pequeño pero increíble mundo de porcelana de Frode Bolhius es toda una experiencia surrealista, pues cada uno de sus personajes parecen sacados de un cuento o de un sueño.
La obra de Frode Bolhuis nace de un deseo incontenible de descubrir su verdadera identidad. Bolhuis se imagina a sí mismo como un depósito lleno de recuerdos y sentimientos, valores y opiniones, ideas y fantasías, tradiciones y descubrimientos, talentos y logros.
En este sentido, sus piezas hablan de esa inconmensurable plenitud de la vida, principal inspiración de este escultor. Toda su obra se caracteriza por una tenue transparencia, algo intangible. La apariencia de sus personajes parecen frágiles y delicadas como la piel de un durazno.
O bien, dichas es culturas sean para muchos fragmentos de creatividad que conectan directamente con las personas a nivel emocional. Esculpidas principalmente en arcilla polimérica, las obras en miniatura son parte del proyecto en curso del artista holandés que consiste en crear algunas de las personas coloridas cada semana.
En total, el artista ha confeccionado 65 piezas desde que comenzó la serie en febrero con innumerables prendas y accesorios elaborados con textiles, madera, plástico y metal y acabados con pintura y detalles dorados. Asimismo, destacan sus rostros etéreos y esa enigmática presencia que invita a contar una historia.
Al respecto Bolhius dice que la magia es que empiezan a vivir una vida propia. Aparecen mientras trabajan, uno que conduce al otro, diferente cada vez”. Finalmente, puedes ver más del trabajo de Frode Bolhius a través de su Instagram y de su página web.