El sistema de GameShell la hace compatible para juegos de Game Boy, Atari y PlayStation 1
GameShell es la nueva consola de Clockworkpi, en ella se pueden jugar títulos de Game Boy, Atari y hasta PlayStation 1. Lo divertido de este dispositivo, es que se tiene un sistema de código abierto que lo hace fácilmente hackeable.
Sin embargo, esta, que es la principal característica de esta consola esta hecha a propósito. Al contrario de otras consolas que mantienen su programación y códigos muy en privado.
La apariencia de esta consola es muy retro y similar a la Game Boy clásica. Presentándola en tres colores diferentes blanco, rojo y amarillo.
Para los más clavados en la cultura de la programación y todo lo que hay detrás de un videojuego la consola es interesante. Ya que incluyen un soporte para varios lenguajes de programación, como lo pueden ser Preset Cm Python, Lua o LISP. Esto significa que podrás crear tu propio videojuego para esta consola y modificar los ya existentes.
Luego, si programar en una pequeña pantalla es muy tedioso y cansado, esto tiene solución. Gracias a que su pantalla RGB de 2.7 pulgadas puede proyectarse gracias a un puerto HDMI a un monitor.
Por si esta consola aún no suena tan chida como lo puede ser una de última generación, espera. También funciona como una Linux de bolsillo si se conecta a un teclado y un mouse mediante OTG o Bluetooth.
Pero si el show de programar y hackear juegos es un tema un poco complicado. En la página de Clockworkpi existe un foro donde la comunidad se apoya y todos se unen para jugar.
El proyecto de la GameShell pudo realizarse gracias a una campaña en Kickstarter el año pasado. En la cual se recaudaron poco más de $290.000 dólares, premiando a cada uno de los patrocinadores.
Afortunadamente cada fondeador ya tiene la suya, pero así mismo ayudaron a crear más. Y se pueden conseguir mediante Amazon y el website de Clockworkpi en $159 dólares.
