Hoy te traemos un tema que se mantiene relevante en la actualidad, pero que a menudo genera confusión y malentendidos.
¿Alguna vez has oído hablar de la iconoclasia? Si es así, ¿sabes realmente qué significa y cómo se ha utilizado a lo largo de la historia? En este artículo proporcionaremos una visión detallada de todo lo que significa este término, un poco de historia, ejemplos y usos, y las diferencias en su aplicación. Así que, sin más preámbulos, ¡comencemos!
La palabra “iconoclasta” proviene del griego “eikonoklastes”, que significa “rompedor de imágenes”. En su sentido original se refería a aquellos que destruían imágenes religiosas o íconos, especialmente en el contexto del cristianismo bizantino.
El movimiento iconoclasta surgió en el Imperio Bizantino durante el reinado del emperador León III (717-741 d.C.). Este movimiento se basó en la creencia de que venerar imágenes religiosas era una forma de idolatría, y por lo tanto, contrario a las enseñanzas cristianas. Las imágenes religiosas, como pinturas y esculturas, fueron destruidas o dañadas en un intento de purificar la fe cristiana de la supuesta idolatría.
A lo largo de la historia, esta práctica ha tomado diversas formas y ha abarcado distintos ámbitos, no solo el religioso. Por ejemplo, en la Revolución Francesa y en la Reforma Protestante también se produjeron actos iconoclastas dirigidos a símbolos de autoridad y poder.
En la actualidad, el término “iconoclasta” se utiliza con un sentido más amplio y puede referirse a personas que desafían y rompen con las normas, tradiciones y convenciones establecidas. Los iconoclastas modernos a menudo son considerados innovadores y disruptivos en sus respectivos campos, ya sea en el arte, la política, la ciencia o la tecnología.
A lo largo de la historia, ha habido numerosos ejemplos de iconoclasia, tanto en el sentido religioso como en el más amplio. A continuación, algunos de ellos:
Religión: Como mencionamos anteriormente, la iconoclasia en su sentido original estaba relacionada con la destrucción de imágenes religiosas. En este contexto, se centraba en la purificación de la fe y en la eliminación de la idolatría.
Política y sociedad: La iconoclasia también puede referirse a la destrucción o el rechazo de símbolos de poder y autoridad en un contexto político o social. En estos casos, los iconoclastas buscan desmantelar estructuras de poder injustas y cambiar la forma en que la sociedad se organiza y se gobierna.
Intelecto y arte: En ámbitos como el arte, la ciencia y la filosofía, la iconoclasia se manifiesta como la ruptura con las normas y tradiciones establecidas en la búsqueda de nuevos enfoques, ideas y perspectivas. Los iconoclastas en estos campos a menudo son vistos como innovadores y pioneros, aunque también pueden enfrentarse a la resistencia y la crítica de aquellos que prefieren mantener el status quo.
También te podría interesar: Yarn Bombing: graffitear con estambre los espacios púbiclos
El feminismo ha utilizado la iconoclasia como una forma de protesta y resistencia en contra del patriarcado y la violencia de género. Por ejemplo, en el movimiento #MeToo, la destrucción de símbolos políticos que representan el machismo y la opresión de las mujeres ha sido una forma de expresión popular.
En Latinoamérica, las estatuas y monumentos que representan a figuras históricas que perpetúan la violencia machista han sido intervenidas por colectivos feministas. Las congregaciones del 8M son emblemáticas por la convergencia de miles de mujeres en todo el mundo, alzando la voz por justicia y manifestándose en contra de la violencia de género.
En México, esta movilización cobra especial relevancia como denuncia de los feminicidios y desapariciones de mujeres acontecidos diariamente en el territorio; sin embargo, uno de los actos más controvertidos atribuidos a los colectivos feministas son los realizados en monumentos, tal como sucedió al intervenir el Ángel de la Independencia en la CDMX, así como en otros espacios comunitarios.
Y aunque algunas personas podrían caer en la tentación de comparar estos actos con el vandalismo; es importante tener muy clara la diferencia entre este término y la iconoclasia, pues en asuntos vinculados al feminismo y otros movimientos sociales, iconoclasia es la nomenclatura apropiada.
Es importante distinguir bien entre estos dos términos. La iconoclasia es una forma de protesta política e ideológica, mientras que el vandalismo es la destrucción de bienes sin un motivo político o ideológico claro.
Mientras que la iconoclasia se enfoca en la destrucción de símbolos políticos o ideológicos, el vandalismo puede involucrar la destrucción de propiedad pública y privada sin una causa clara. Por esta razón, la primera es vista por algunos como una forma legítima de protesta política, mientras que el vandalismo es considerado un acto delictivo y destructivo.
Sigue leyendo: Carteles y diseño gráfico para ilustrar el feminismo
Después de 12 años ininterrumpidos como medio de comunicación, productores de arte urbano y enlace…
Explora la fascinante subcultura de los cholos japoneses, una fusión única de la tradición mexicana…
Prada y National Geographic unen fuerzas en una alianza única por la sostenibilidad, transformando la…
Conoce el exclusivo Nike Kobe 8 Protro "Día de San Valentín Wifey" PE, un homenaje…
Explora el impacto de Schiaparelli en la alta costura con su innovador desfile que fusiona…
Conoce el insólito caso de un pastor en Colorado acusado de estafar millones en una…