Conchamburguesa

Conchas: las maneras más insólitas de comérselas

Porque sólo en nuestro México lindo surgieron las maneras más exóticas de meterle comida a unas conchas… Y sí, nos referimos al pan

No puedes denominarte chilango – o bien, que visitaste la CDMX– sin haber probado las maneras más variadas de rellenar unas conchas. No sólo es deliciosa acompañando un buen café.

Quienes la hemos probado podemos asegurarte que es un manjar que debes comer al menos una vez en tu vida. Por ello, te presentamos una exquisita selección de combinaciones que, en apariencia, podrían resultar poco agradables o exóticas. Lo cierto es que es una invención súper chilanga.

Conchas de chilaquiles

Imagina la combinación entre dulce, salado y picoso. Ahora bien, imagina, una concha rellena de chilaquiles verdes con crema y queso. Un desayuno de campeones al que no deberíamos negarnos. Y, aunque parezca una invención chilanga reciente, lo cierto es que el platillo tiene historia.

Las formas más insólitas de comer conchas: concha de chilaquiles
Cortesía: Facebook/Asu’Mecha

En Veracruz ya existían estos manjares bajo el nombre de Bombas veracruzanas. Sin embargo, las mentes maestras detrás de Asu’ Mecha reinventaron la receta original y decidieron añadirle una buena dosis de chilaquiles o mejor conocidas como Bomba chilanga.

Manteconchas

Si lo tuyo no son las combinaciones de dulce con salado tienen una buena opción en las manteconchas., Tal como su nombre lo indica, es una interesante combinación entre dos variantes de pan: la concha y una mantecada. Visualmente enamoran, pero el sabor conquista.

Las maneras más insólitas de comerte unas conchas: manteconchas
Cortesía: Panadería El manatial

El mérito de esta invención se lo lleva Josué Rivera Arriaga que echó a andar el proyecto de la panadería El Manantial, en la ciudad de Querétaro. Creó un producto innovador sin saber que se convertiría en un boom gastronómico. De hecho, en los primeros días de su venta, las colas para adquirirlas eran enormes. ¿Las han probado?

Bombas Veracruzanas

No podíamos dejar pasar una de las herencias culinarias de Veracruz. Originalmente el platillo está elaborado con tan sólo una base de frijoles refritos y quesillo derretido. Podrá sonar descabellado, pero lo ciertos es que una vez fundido los sabores en el paladar la experiencia resulta casi religiosa.

Bombas veracruzanas
Cortesía: Instagram/Peltre

En la Ciudad de México, Peltre Lonchería ofrece una receta corregida y aumentada de las Bombas veracruzanas. Simplemente, al frijol y al queso añaden un poco de chipotle para tar ese toque picosito que a todo mexicano le encanta.

Concha rellena de frutos rojos

Si eres de aquellos valientes que no le teme al azúcar este singular espécimen de concha es para ti. Ésta la elaboran en el restaurante Carolo, en Polanco. La idea suena bastante atractiva, pues su primer componente es el queso mascarpone.

conchas con mermelada y crema batida
Cortesía: carolo

Enseguida, se le añade una porción de crema batida y una generosa selección de frutos rojos. A ello, remata con toques de almendra rayada escarchada. Hay otra versión, también recomendable, de frutos rojos con helado de vainilla. ¡Quien no se rinde ante semejante fórmula!

Conchamburguesa

Cuando creíamos que ya lo habíamos visto todo viene la conchamburguesa a dejarnos con la cara de whaat? De entrada, aunque suene descabellado, la idea suena interesante. Habrá a quienes les parezca repulsivo o desagradable. Lo cierto es que, para saberlo, habrá que probar.

El platillo se popularizó gracias al sitio web de comida Thrillist que la encontró en The Norte Kitchen, un restaurante de E.E.U.U. Enseguida, su peculiar estética llamó la atención de las redes sociales y se viralizó. La idea de tomar un elemento de la comida mexicana tiene la intención de re-significar toda una tradición repostera.

Conchamburguesas, hamburguesas con pan de conchas
Cortesía: Instagram/elnortekitchen

Ahora hablemos de su contenido. En primer lugar, debemos reconocer que para nada pasa desapercibida a la vista. Simplemente se trata de atreverse a hacerlo. Pues pocos se imaginaban que fuese posible la combinación de carne molida; rebanadas de tocino; quesito derretido; rajas en medio de una concha doblemente cubierta.

Sin embargo, al ver ese queso derretirse en pequeños chorros, realmente nos aviva la curiosidad por intentarlo. Sólo habría dos conclusiones; que te terminase de desagradar más; o que te gustase y quieras volver a probar. Todas las maneras de hacer conchas son un arte; un gustito que deberíamos darnos de vez en cuando. ¿No lo creen?