La fotógrafa se ha ocupado en seguir con la lucha y protesta en contra de la familia Sackler y la crisis de opioides
La fotógrafa estadounidense Nan Goldin no baja la guardia en su lucha y protesta en contra de la crisis de opioides en Estados Unidos. Como parte de esa batalla, se han realizado bloqueos en dos de los recintos más emblemáticos de Nueva York. Uno de ellos es el Museo Guggenhiem y el otro el Metropolitano, mejor conocido como The Met.
El pasado 9 de febrero un grupo de activistas protestó en el Museo Guggenhiem contra la familia Sackler. Ésta ha recibido acusaciones por contribuir a la adicción a los analgésicos que contienen opioides en Estados Unidos. La gente se instaló en todos los pisos del edificio y dejó caer prescripciones médicas y píldoras falsas. Cabe decir que una de las manifestantes que bloquearon ambos espacios es la fotógrafa Nan Goldin.
La familia Sackler y la farmaceútica
Los Sackler son de las personas más poderosas de EE. UU., incluso son más ricos que los Rockefeller. Se trata de una familia discreta y que gusta de colaborar en actividades filantrópicas. De hecho, patrocinan los recintos culturales más prestigiosos del mundo: desde el Louvre en París hasta el Metropolitano de NY. Sin embargo, también se les atribuye una de las crisis más fuerte de adicción a los narcóticos.
Por este motivo es que se eligió ese par de sitios para materializar la lucha y protesta en contra de la familia. Ellos fundaron una empresa de medicamentos en los años 50. Sin embargo, fue hasta los 90 que tuvieron mucho éxito. El motivo del éxito comercial fue el lanzamiento del OxyContin u oxicodona. Este medicamento es un analgésico para el dolor que tiene como base los opioides o también llamados “narcóticos”. De hecho, el OxyContin es tres veces más fuerte que la morfina. También es muy adictiva…
Nan Goldin lidera protesta
La fotógrafa es conocida por sus instantáneas de la vida cotidiana en ciertos círculos sociales. Sobre todo, en lugares como Nueva York y Berlín. Nan se encargó de hacer visible la vida normal de las personas de la comunidad LGBTI. Asimismo, con sus amigos con VIH o de las personas que luchan en contra de una adicción. Ésto último quizás es muy cercano a ella que lo vivió en carne propia. Nan Goldin fue una adicta en su juventud por decisión propia. Sin embargo, décadas después estuvo a punto de morir tras una cirugía debido al consumo de OxyContin. De ahí su compromiso para con la causa…
El medicamento se lo tomó según las indicaciones médicas, aunque poco a poco comenzó su adicción. Se supone que unos cuantos miligramos bastarían para cesar el malestar por la cirugía de mano. Aunque esa cantidad se convirtió en nada con el transcurrir de los días y el inicio de su dependencia. Eso sucedió en Berlín, luego regresó a Nueva York y buscó en el mercado negro más de lo mismo. Prescripciones médicas falsas y una gran dotación del poderoso analgésico…
Un día que se quedó sin la oxicodona y terminó buscando algo que calmara el síndrome de abstinencia. Se encontró con el fentanilo, lo ingirió y tuvo una sobredosis que casi le cuesta la vida. En un ensayo que publicó asegura que es una afortunada pues pudo pagar un hospital para rehabilitarse. Sin embargo, no sucede así con miles y miles de persona en Estados Unidos y otras partes del mundo. Así que cuando salió sabía que debía seguir un camino de lucha y protesta en contra de la farmaceútica. También de quienes lo prescriben sin las debidas precauciones y, claro, del mercado negro.