Lucía Serrano: disidencia feminista a través del tatuaje

El trabajo de Lucía Serrano es una mezcla de arte corporal, ilustración, artivismo y mucha pasión

Reconstruir, reinventar y trazar parte de las historias de resistencia a través del arte del tatuaje es una acción directa que la artista Lucía Serrano enarbola en su obra. Una actividad que va más allá de decorar la piel.

Se trata de procesos de construcción de subjetividades políticas desde la disidencia corporal y  resistencias a las tecnologías de normalización de la violencia machista. En este sentido, la obra de Lucía expone los problemas que plantea una sociedad excluyente con los cuerpos y las identidades individuales, específicamente de la mujer.

La carrera de Le Petite Mort, como también la conocen, inicia hace más de 15 años con el diseño y la ilustración. Posteriormente la artista crea una sinergia entre estas dos disciplinas que volcaría en el tatuaje. En consecuencia, el estilo de Lucía se distingue por realizar tatuajes utilizando la técnica de puntillismo y plasma en ellos temáticas que le interesan: violencia de género, la ansiedad, autoestima, depresión y el amor propio.

El equipo de All City Canvas se complace en presentarles la entrevista que tuvimos como Lucía o Le Petit Mort. En esta charla nos platicará un poco de su trayectoria, de su incursión en el tatuaje y de los planes que se avecinan para ella en este año tan complejo que está a punto de terminar y para 2021 ¡Chequen el dato!

Hola, Lucía, ¿Cómo te encuentras en este momento del año con respecto a la pandemia?

Lucía: Al principio, por todo este tema de la pandemia, hubo una suspensión de labores. Con el paso del tiempo y con esta nueva normalidad que estamos viviendo bajo cuidados diferentes o extremos, al menos en mi trabajo, el cuidado de cliente-tatuador siempre ha estado presente. Afortunadamente mi trabajo fluye. Tengo en este momento un trabajo estable ya que también me dedico a la ilustración.

¿Cómo fue que iniciaste en las artes gráficas, el tatuaje y la ilustración?

Lucía: Yo llevo tatuando aproximadamente cuatro años y medio. Soy originaria de Puebla y allá estudié Artes Plásticas y llevo cuatro años en el mundo de la ilustración. Después de experimentar con distintas técnicas de arte como el óleo o el acrílico descubrí la ilustración digital.

De hecho, mis compañeros de la universidad me pagaban por hacerles sus diseños de tatuajes, pero lo malo era que otros tatuadores no los dejaban igual. Entonces fue cuando me dijeron que debería intentarlo y al final me aventé. De esos cuatro años uno me llevó a practicar el tatuaje.Afortunadamente tuve buena aceptación de mis clientes respecto a mi línea gráfica y estilo.

¿Cómo te sientes al ser una mujer tatuadora en una disciplina en la que hasta hace poco había más varones?

Lucía: Hoy en día es muy chida ver que muchas tatuadoras o están abriendo sus propios estudios y creando una comunidad muy importante. Desafortunadamente, como en todo, me topé con muchos tatuadores que en el medio abusan de que una es mujer; algunos te hacen menos o te dicen que “no lo vas a lograr” o sí pero “tienes que ser como yo”.

Algo que me ayudó mucho en este medio fue el coraje de querer romper con todo eso y no tanto demostrarles a ellos sino demostrarme a mí misma que no es como que “yo soy mejor que los hombres” pero de alguna forma demostrarme que yo no necesitaba de varones para salir adelante o para abrirme camino.

Obviamente no todo es malo, también conocí tatuadores que me abrieron las puertas y me enseñaron. Pero siempre he preferido ser muy independiente de todo y todos los demás.

¿Nos podrías contar un poco de tu serie Se Desconocen? ¿De qué trató y cuál era el objetivo de esta serie?

Lucía: Fue un proyecto que inició al tatuaje con una problemática social como los feminicidios en Puebla, tras una ola intensa de feminicidios que se incrementó decidí dar un nuevo significado al tatuaje como un puente para visibilizar; para hacer conciencia de estos delitos. Nace a partir obviamente de una preocupación.

Y, de alguna manera, esto parte de un a investigación muy profunda que hice de que algunas mujeres en condición de trata de blancas en otro países y en México las tatúan; les hacen códigos de barras para identificarlas con cierto costo; de cierto bando; a quién le pertenece, tal cual un objeto. Y yo retomo la idea y le doy la vuelta para visibilizar.

El código QR cuando se escanea te lleva a un portal que se llama Odesir, mismo que contiene u mapeo de feminicidios de la ciudad e Puebla. Actualmente estoy actualizando el proyecto con un mapeo más extenso que pueda abarcar todo México. Es una forma de protesta social a través del tatuaje.

Ahora bien, ¿nos podrías platicar un poco de tu proyecto bebé SECTA?

Lucía: La verdad es que siempre fui fan de la joyería y quise adentrarme un poco en este mundo. De hecho el proyecto apenas está arrancando y está enfocado en la creación de joyería de autor con diseños diferentes pues va unida con la gráfica y con las colaboraciones que estoy buscando con colegas que se dedican al arte gráfico; ya sea tatuadores o ilustradores, o trabajos que puedan plasmarse en una pieza.

Entonces va más allá de un anillo o collar; son piezas de arte. De ahí que el nombre sea el de SECTA, por esta comunidad que quiero crear. Y ahí va, creciendo poco a poco.

Desde tu perspectiva como mujer y ciudadana ¿Contra qué debemos ser disidentes actualmente?

Lucía: Pues siempre en mi hamba hago hincapié sobre esta constante lucha contra el patriarcado y el machismo. Creo que es importante, más allá de lo que estamos viviendo, no perder el camino de adónde vamos. Y también defender nuestras posturas. Por ello es importante que nos informemos primero sobre cualquier tema y trabajar sobre lo que queremos.

¿Qué figuras del tatuaje te inspiran más?

Lucía: Mi inspiración en general procede del arte de muchos artistas asiáticos. Cuando yo comencé a tatuar había un boom con este estilo de tatuaje fino; de líneas delgadas, de trazos muy sutiles llamados fine line. Dicho estilo rompe de alguna manera con el tatuaje tradicional o los tatuajes muy sombreados, muy toscos, líneas muy gruesas.

Entonces me empecé a clavar mucho en el arte de estos tatuadores que viene mucho de la parte de Asia. Colegas talentosos tengo muchos como Andrea Conejo o Mar Maremoto. Los estilos son diferentes pero de alguna manera los temas y los conceptos siempre tendrán algo que ver además de que somos mujeres.

Finalmente, ¿Cuáles son tus planes para lo que resta de este 2020 y el siguiente año?

Lucía: Definitivamente continuar con el proyecto de SECTA y hacerlo crecer a pesar del tema del Covid. Obviamente continuar tatuando lo más que pueda a pesar de que en este momento no pueda viajar. Por supuesto, también seguiré dibujando, diseñando y perfeccionar mi línea de trabajo.

Puedes seguir de cerca el trabajo de esta artista a través de su Instagram o vía Facebook. Y no te pierdas nuestro recuento con los mejores tatuadores de México.

Entrevista por Fernando Huacuz