La protesta en contra de una violación suscitó la pinta de instalaciones y el mural de David Alfaro Siqueiros en C.U.
El pasado lunes, un contingente de estudiantes llegó hasta las instalaciones de la Rectoría General, Ciudad Universitaria; en dicha manifestación los estudiantes vandalizaron el mural de David Alfaro Siqueiros titulado “Las fechas de México”.
Este hecho se suscitó debido a la agresión sexual que sufrió una alumna del Colegio de Ciencias y Humanidades Sur. Un delito que, hasta el momento, no ha sido resuelto pues las autoridades competentes aún no dan con el paradero del agresor (o agresores) de la joven.
A través de un comunicado, la Máxima Casa de Estudios señala que “las agresiones y daños ocasionados al patrimonio de la Universidad y, por tanto de la Nación, desvirtúan el fondo de la manifestación. Ejercer la violencia con tanta brutalidad, cuando se dice estar contra la violencia, es un contrasentido”.
Sobre los murales de David Alfaro Siqueiros
David Alfaro Siqueiros pintó tres murales en la Rectoría de la UNAM (dos completos y uno incompleto) entre 1952 y 1956, en tres de las cuatro caras de la torre de Rectoría. Las tres obras se titulan: “El pueblo a la Universidad, la Universidad al pueblo. Por una cultura nacional neohumanista de profundidad universal”, y se localiza en el costado sur; “El derecho a la cultura (o Las fechas en la historia de México)”, se encuentra en el muro norte; y “Nuevo símbolo universitario”, que se ubica en el muro oriente.
Irene Herner Reiss, doctora en Ciencias Políticas y Sociales con orientación en Sociología del Arte especializada en la obra del muralista y profesora de tiempo completo, aseguró en mayo pasado en entrevista con Gaceta UNAM, que el contexto en el que surgen todos los murales de Siqueiros es la construcción de la Ciudad Universitaria, que era ejemplo del modernismo y estaba inspirada en las grandes arquitecturas de Le Corbusier y Frank Lloyd Wright.
Posicionamiento de la UNAM ante los hechos
Los directivos de la Máxima Casa de estudios emitieron un comunicado donde expresan su posicionamiento ante las afectaciones del mural y otras áreas: “Las agresiones y los daños ocasionados al patrimonio de la Universidad y, por tanto de la Nación, desvirtúan el fondo de la manifestación. Ejercer la violencia con tanta brutalidad, cuando se dice estar contra la violencia, es un contrasentido”.
En contraparte, la institución reiteró que no elude su responsabilidad en la indagación y resolución de este caso de violación y aseveró que está en “su entera disposición a escuchar y atender las justas demandas de cualquier miembro de la comunidad abierto al diálogo”.
Finalmente, pronto comenzarán los trabajos de restauración del mural. En contraste, también debemos que enfocar nuestra mirada al caso de la joven agredida.