Mind Enterprises y el Renacimiento del Ítalo Disco: De la Nostalgia al Futuro
De Turín a Gran Canaria: la nueva geografía del Nu-Ítalo Disco
Mientras la música electrónica se ahoga en una crisis por lo mainstream que se ha convertido, dos tipos con ropa deportiva retro y sintetizadores vintage están haciendo algo que nadie esperaba: que el Ítalo Disco vuelva a importar. Mind Enterprises, el dúo formado por Andrea Tirone y Roberto Conigliaro, no está jugando a ser nostálgico. Están reescribiendo las reglas de un género que se suponía muerto y enterrado en 1987.
Su propuesta es simple pero radical: tomar la fórmula del Ítalo clásico y hacerla funcionar en 2025 sin convertirla en parodia. Mientras otros artistas se contentan con samplear nostalgia, estos dos están construyendo puentes entre continentes, literalmente. Sus live streams conectan Londres con Gran Canaria, creando una experiencia que Giorgio Moroder habría envidiado: música del futuro hecha con las herramientas del pasado.
Como dijo el mismo Moroder: “Creo que sería estúpido que tratáramos de decirle a la gente que está bailando en una discoteca sobre los problemas del mundo. Eso es lo que han venido a evitar” (Far Out Magazine). Y esa filosofía, hoy, es más relevante que nunca.
El Eco de una Galaxia Lejana: Breve Historia del Ítalo Disco
El Ítalo Disco nació a finales de los 70 como respuesta cultural. En una Italia que salía de los “años de plomo”, la juventud necesitaba una vía de escape. Y la encontró en las pistas de baile, bajo luces de neón y al ritmo de sintetizadores que sonaban a futuro.

Pero aquí viene la primera paradoja: el término “Ítalo Disco” ni siquiera nació en Italia. Fue acuñado por Bernard Mikulski, propietario del sello alemán ZYX Records, quien en 1983 decidió nombrar todos los discos que poseía de Italia como “Italo Disco”. Lo que en Italia se conocía simplemente como “música dance”, en el resto de Europa se convirtió en un exótico producto de exportación.
El género era fascinantemente híbrido. Roberto Turatti, el hombre detrás de Den Harrow, lo explicaba de manera directa: “El Ítalo-Disco era un género musical relacionado con las máquinas que se vendían en esos años. Siempre digo que fuimos bendecidos por los teclados y los presets” (Italy Segreta). Era una mezcla de disco americano, Krautrock alemán, New Romantics ingleses y melodías italianas, procesado a través de instrumentos japoneses como el Korg Poly 800, Prophet y Roland.
Las letras creaban un universo paralelo donde los robots tenían sentimientos y los viajes espaciales eran rutinarios. El investigador Lorenzo Cibrario lo resumía perfectamente: “representaba libertad. Era el tiempo donde había felicidad, sueños, juventud y amor” (Italy Segreta).


Los Arquitectos del Sueño: Andrea Tirone y Roberto Conigliaro
En este universo de ecos sintéticos emerge el dúo Mind Enterprises, formado por Andrea Tirone y Roberto Conigliaro, el maestro siciliano de los sintetizadores. El viaje musical de Tirone comenzó tocando guitarra clásica, luego se unió a una banda de post-punk. “He estado obsesionado con las guitarras durante mucho tiempo, de hecho, todavía amo las guitarras” (1883 Magazine), confiesa.
Mind Enterprises nació en 2012, pero fue en 2015, durante la estancia de Tirone en Londres, cuando realmente tomó forma. Su mudanza posterior a Gran Canaria representó una nueva perspectiva creativa. “Se siente como verano aquí en Gran Canaria, ¡realmente no me puedo quejar!” (Future Mag Music). La dinámica del dúo se refleja en sus live streams desde Londres y Gran Canaria, con Conigliaro manejando las tornamesas, creando una experiencia visual y sonora única que conecta dos continentes.

Su proceso creativo es deliberadamente analógico. “Me moví a la producción musical porque quería tener control total sobre el proceso que comienza con una melodía en tu cabeza y termina con un disco mezclado” (1883 Magazine), explica Tirone. Su arsenal incluye sintetizadores vintage italianos como el Elka OMB, complementados por clásicos como el DX7 y el SH-101.
Su enfoque compositivo es intuitivo. “Ballare (uno de sus tracks) comenzó con la línea de bajo. La toqué desde mi sintetizador Elka OMB, toda la pista gira en torno a esa línea” (PLAYY Magazine). Su sonido está moldeado principalmente alrededor del Afro-Beat, Ítalo-Disco, con toques de techno y dance de los 90. Esta hibridación refleja perfectamente el espíritu del revival contemporáneo.


El Futuro es un Baile Lento: El Gran Revival
El Ítalo Disco nunca murió del todo. Hibernó. Durante años fue el secreto de DJs y coleccionistas, hasta que algo cambió en la última década. El revival ha sido particularmente pronunciado en Alemania, donde un número creciente de clubes y DJs han abrazado el género.
Berlín se convirtió en el epicentro de este renacimiento. El Palermo Club y Panorama Bar empezaron a programar leyendas del género junto a nuevos talentos. Franz Scala, con su sello Slow Motion, representa actos italianos desde Milán hasta Shanghai, demostrando el alcance global del movimiento Nu-Italo Disco.

Pero el revival del Ítalo no es exclusivamente europeo. En Ciudad de México, una institución ha mantenido viva la llama del género durante décadas: Patrick Miller. Desde 1983, esta legendaria discoteca en la Colonia Roma ha sido el santuario del Hi-NRG e Ítalo Disco en América Latina. Cada viernes, el club se transforma en una máquina del tiempo donde una comunidad devota, conocida como “Patricios”, se reúne para celebrar la música que cambió sus vidas.
El DJ Roberto Devesa, conocido como Patrick Miller, es considerado por sus seguidores como el “mesías del Hi-NRG”. Su club, que desde afuera parece un almacén abandonado, se convierte los viernes en una fiesta desenfrenada. La escena de Patrick Miller es más que música; es un estilo de vida que demuestra que el Ítalo Disco nunca fue solo una moda europea, sino un lenguaje universal.
Este resurgimiento también refleja una fatiga con el techno. El techno, una vez la fuerza dominante en la música electrónica, ahora se percibe como ultra-mainstream y carente de la pasión y emoción que una vez lo definió.
Los números cuentan una historia fascinante. Los artistas de Ítalo Disco acumulan más de 54.8 millones de oyentes mensuales solo en los top 25 de Spotify. Modern Talking lidera con más de 10 millones, pero lo interesante es la presencia de artistas como Nu Genea, representando la nueva generación.

El revival del vinilo ha sido crucial. Aunque las ventas cayeron 33% en 2024, la Generación Z se ha convertido en la fuerza impulsora del formato. Para ellos, el Ítalo no es nostalgia; es descubrimiento. “La naturaleza kitsch y poco cool de la música se ha convertido en su característica definitoria” (Klangspot)

El Rey Ha Vuelto: Más Allá de la Nostalgia
El éxito de Mind Enterprises y el renacimiento del Ítalo Disco no se explican solo con nostalgia. Es la reivindicación de una forma de entender la música que se creía perdida: una cultura que no teme ser sentimental, que abraza la imperfección y encuentra en la pista de baile un espacio de libertad genuina.
Andrea Tirone y Roberto Conigliaro han sabido capturar ese espíritu y traerlo al presente sin traicionarlo. Su música es un recordatorio de que el futuro no tiene por qué ser distópico. También puede ser una bola de espejos girando lentamente, reflejando luces de un pasado que nunca se fue del todo.
Como Tirone lo resume con humor: si Mind Enterprises fuera un cóctel, sería un spritz. “La fórmula mágica es 1/3 de Campari rojo, 1/3 de prosecco, 1/3 de soda, rodajas de naranja. Siempre comienza como una bebida inocente antes de la cena y te dejará completamente destrozado sin que te des cuenta” (1883 Magazine).
En un panorama musical dominado por tendencias efímeras, la propuesta de Mind Enterprises es resistencia cultural. Es prueba de que, a veces, para avanzar hay que mirar hacia atrás. No para quedarse anclado, sino para tomar impulso y saltar hacia un futuro más brillante, más humano y, sobre todo, más bailable.
El Ítalo Disco ha vuelto, pero no como fantasma del pasado. Ha regresado como fuerza vital que conecta generaciones a través del lenguaje universal del ritmo y la melodía. En manos de artistas como Mind Enterprises, este género aparentemente obsoleto se ha convertido en una de las propuestas más frescas de la música electrónica contemporánea.
Y esta vez, parece que es para quedarse. Porque en un mundo fragmentado, el Ítalo ofrece algo que todos necesitamos: una razón para bailar juntos, para sentir juntos, para soñar juntos con un futuro lleno de posibilidades, color y vida.