Se trata de un proyecto encabezado por el empresario Ibo Omari
Todo comenzó cuando un joven entró a la tienda de artículos de arte urbano buscando una lata de aerosol para “cubrir una suástica” que había visto cerca de un área de juegos.
Así, Ibo Omari, empresario de Berlín comenzó el movimiento #Paintback, que busca transformar los actos xenófobos y racistas por medio del arte urbano y el graffiti.
En palabras del propio Omari: “reflexionamos bastante sobre qué podíamos hacer frente a este tipo de acto abyecto y nos dijimos que íbamos a responder con humor y amor“
La participación en el movimiento no está limitada a artistas profesionales, por el contrario, se busca que tanto niños como jóvenes se involucren. Se trata de introducirlos en el mundo creativo por medio del arte urbano.
Por otro lado, se pretende que la gente tenga una mejor impresión del graffiti y el arte callejero. “El graffiti no tiene nada que ver con el racismo, es una historia de diversidad, multicolor, es una formación moral que permite a los jóvenes expresarse, ser creativos”, señaló Ibo Omari.