Pixador

Pixador, activismo y arte directo de Brasil

El movimiento Pixador busca la recuperación de espacios mediante el graffiti


Pixador o
Pixação es un movimiento artístico de Brasil que busca dar voz a los sin voz mediante el graffiti. Mostrándose en los lugares más inalcanzables en las urbes y mostrando lo invisible y la reapropiación de la Ciudad.

Calle con personas caminando
Cortesía: Cripta Djan

Este movimiento nació en la década de los ochenta influenciado por el punk-rock y las letras encriptadas. Pintando lo que popularmente se conoce como placa en las paredes, así como el nombre del colectivo. Bajo la premisa de recuperar bajo esta expresión una ciudad que les es negada.

Esta apropiación de fachadas y paredes se realiza exclusivamente en inmuebles de uso privado. Reclamando mediante estas obras un activismo artístico de índole radical.

Edificio con graffiti y pelea
Cortesía: Cripta Djan

Este movimiento surgió de las favelas y se ha expandido a barrios marginados y otros influenciados por el arte. Logrando así reunir a comunidades de jóvenes unidos por expresar la mejor obra en los lugares menos esperados.

A pesar de que logra sonar como un concurso de el mejor Tag, esto se convierte en compañerismo. Teniendo bajo contrato hablado, la importancia de escribir el nombre del grupo. Para ser reconocidos y ubicados ante la sociedad, así como sus intenciones contestatarias.

Personas realizando un graffiti
Cortesía: Cripta Djan

Grupo “Cofradías”

 

Entre los diversos grupos del movimiento Pixador o Pixação se encuentran las Cofradías. Pequeños grupos de zonas poco favorecidas llamados vándalos o pandillas y que solo se reunían para pintar, hacer fiestas o socializar.

Así mismo existe “Cripta”, otro grupo muy reconocido del movimiento. Donde destaca un artista que ha puesto el nombre del movimiento en alto y como un foco de activismo artístico del país.

Edificio con graffitis en el exterior
Cortesía: Cripta Djan

Él es Cripta Djan, quien se popularizó por la técnica de Escalada, que consiste en subir grandes alturas para pintar. Alcanzando en ocasiones la altura de 20 pies y logrando pintar no solo en Brasil, sino en Reino Unido y diversos lugares.

Muestra de su impacto es la exposición actual en Galería Kallenbach en Amsterdam. Donde se realiza una crítica del valor cultural, aporte y el estudio de las figuras geométricas y repetitivas que buscan la libertad de expresión.