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El dominio de la perspectiva, las luces y las sombras son las habilidades que hacen de Scaf un graffitero único
Sin duda alguna el realismo es una corriente bastante compleja en términos de graffiti; mucho más es lograr dominar una pieza en 3D, sin embargo, Scaf es uno de los pocos artistas que logra piezas que literalmente brotan de la pared.
Procedente de Francia, Scaf es un referente de este fotorrealismo llevado a otro nivel. La ciudad de París y sus alrededores han sido ataviadas con las piezas del artista. Además, sus creaciones despiertan el asombro de niños como de adultos, quienes siempre querrán una selfie frente a una pinta.
Por otro lado, si pudiésemos definir su técnica en una sola palabra, podríamos decir que es “precisión”. Cualquiera que sea el protagonista de la imagen en cuestión, parecería que sale de algún portal escondido en la pared.
Sin embargo, hay un plus que da el francés a sus piezas. Y eso tiene que ver directamente con el humor, pues si algo tiene Scaf es que le gusta divertirse con lo que hace. Por ello, en algunas pintas suele vestirse de tal manera que logra interactuar con la figura principal.
Por ejemplo, si pinta la cabeza de una enorme serpiente el artista tratando de morderlo, el artista se vuelve la víctima sin brazo. O bien, si pinta el esqueleto de un enorme dinosuario, él se convierte en un cavernícola sentado en la cabeza del animal.
Lo más interesante es que el talento del artista denota el grado de conocimiento de perspectiva, luces, sombras y colores. Y vaya que lograr un efecto en 3D no debe ser para nada fácil. La finalidad de sus obras es regresarnos a nuestro niño interno y salir un poco de esta dimensión caótica.
Finalmente, nos encantó el trabajo de Scaf, si te pareció igual de bueno, te recomendamos seguirlo en sus redes sociales. Hace cosas realmente increíbles.
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