La obra de Vahit Tuna es un homenaje a todas las mujeres que son víctima de la violencia
Hacer visibles los problemas de una sociedad también es un tema que atañe al arte contemporáneo; un ejemplo de ello es lo que Vahit Tuna acaba de hacer con su instalación.
La obra parte de la inspiración de una tradición funeraria en algunas regiones de Turquía, la cual consiste en colgar los zapatos de la persona fallecida afuera de su casa en un lapso de seis meses. En este sentido, el artista decidió hacer algo similar con zapatillas negras de mujer.
El color negro, además de ser un color asociado a la muerte o al luto, también adquiere una connotación de resistencia e independencia. En consecuencia, un total de 440 pares de zapatos de tacón evoca a las mujeres turcas asesinadas en manos de sus parejas sentimentales en 2018.
La finalidad de la instalación es poner sobre la mesa la problemática sobre los feminicidios y la violencia en las relaciones amorosas. Y qué mejor manera que hacerlo a través del arte en una época donde las violencias masculinas incrementan notablemente.
La obra ocupa dos edificios. El primer en el barrio Kabataş de Estambul y el otro en el distrito de Beyoglu. Por otro lado, la curaduría de la pieza estuvo a cargo de la plataforma Yanköşe, un proyecto dedicado a promover la obra de artistas emergentes.
Asimismo, la imponente instalación logró acaparar la mirada de transeúntes y medios de comunicación. Por lo que el objetivo del artista se cumple en la medida en que el espectador conoce el significado de la pieza y sus implicaciones metafóricas. Además, Tuna espera promover un cambio y la disminución de la violencia.
Finalmente, la obra estará exhibida a todo el público hasta febrero de 2020.