Artistas nacionales e internacionales intervienen paredes en “La Merced”
Texto por Cristina Ochoa y Mariana Gaona
Chucho y Ánika se conocieron en Berlín, lugar donde cursaron un programa artístico estudiantil. Fundaron Nuestro Barrio, proyecto que tiene el objetivo de intercambiar experiencias artísticas entre las ciudades de México y Berlín. Actualmente, se encuentran dirigiendo la segunda parte de Wall Dialogue, un festival de muralismo que reúne a artistas nacionales e internacionales para intervenir paredes de diferentes localidades, en colaboración con sus habitantes; en ésta, su segunda edición, le tocó a México y a “La Merced”..
La edición mexicana (la primera fue realizada en Berlín) del Wall Dialogue contó con la presencia de artistas como Paola Delfín, colectivo La Piztola, Blo, Johannes Mundinger, Mernywernz, Said Dokins, Billy, Nelio, Libre HEM y Lucía Revilla, entre otros.
Atea es la organización mexicana que principalmente apoyó para que se realizaran los murales cerca de su ubicación, en Topacio 25, lugar en el que han expuesto obras de artistas e impartido talleres, con el fin de construir vínculos artísticos con la comunidad. Al fondo del estacionamiento, Lucía Revilla, la chica proveniente de Tulum subía y bajaba haciendo trazos con pinceladas gruesas mientras sostenía su boceto. “Por ahora estoy trabajando con una serie sobre niños. Ella es la hija de mi mejor amiga”, comentó la artista.
“¿Recuerdan esa epidemia de influenza en 2010? Este es el taller en el que se hacían los cubre bocas para repartir en las escuelas. De pronto, el espacio fue insuficiente y pasando por aquí, vi un letrero que decía ‘Se renta’. ‘De aquí soy’, pensé”, comentó Chucho al referir la historia de Atea, el proyecto cultural, el cual junto con Titan (programa curatorial de Ánika) organizan el Wall Dialogue.
Además de impartir talleres de serigrafía, los artistas y colectivos realizaron actividades con la gente: murales que representaron la abstracción, la imaginación, el color; todo en conjunto: el sentido de pertenencia y la multiculturalidad.
“Para mí es importante hacer esto en ´La Merced´, especialmente para hablar del desarrollo y gentrificación de la ciudad. El intercambio de ideas sobre las posibilidades que tenemos (o no) para contribuir a un cambio, haciendo algo que también conecta a la comunidad internacional y los habitantes, es crucial” afirma Ánika.
Mexicanos protagonistas
Fue en los primeros meses del 2015 que los reflectores de los medios de comunicación voltearon a Londres, específicamente a ver la intervención artística del colectivo oaxaqueño, La Piztola sobre la desaparición de 43 estudiantes en Ayotzinapa, justo en la fecha en la que el presidente mexicano acudiría a la ciudad europea. El mismo año realizaron un mural en compañía de Said Dokins, para conmemorar el aniversario de lo sucedido en la localidad de Guerrero. Hoy, se encuentran trabajando en conjunto de nuevo.
La pared más grande del estacionamiento se encuentra pintada de rojo, sobre ella, destacaron ciertos trazos geométricos y una silueta justo al centro. “Lo que hicimos La Piztola y yo para este trabajo fue platicar con personas del barrio durante los talleres. De ahí, hicimos una selección de personajes y poemas que creamos con ellos. Este mural será el resultado de eso”, dice Dokins, experto en caligraffiti.
El estacionamiento de Atea es ocupado principalmente por trabajadores del mercado y locales alrededor. Durante el festival, las personas y sus respectivos vehículos llegaban y salían, no sin antes, detenerse a observar lo que estaba pasando en su comunidad.
“Es un género diferente, pero es arte”, comentó uno de los residentes.
El arte crea comunidad y es quizá es el pretexto perfecto para que un grupo de artistas se junten para hablar, intercambiar experiencias y se inmiscuyan con el lugar y sus habitantes. Propuestas como el Wall Dialogue involucran a la gente con el arte en sus diferentes expresiones.
Con información de: Brooklyn Street Art , I heart Berlin, atea