En la obra de YAST vislumbraremos reflexiones en torno al ser y las experiencias personales
La CDMX es un receptáculo de propuestas visuales por excelencia pues en ella convergen cientos de artistas que con su obra brindan nuevas narrativas a la ciudad; uno de ellos es YAST, quien lleva más de diez años tomando los muros de la ciudad como su principal galería.
Esta tendencia de utilizar nuevos elementos alejados del graffiti tradicional permea la estética de Yast, cuyo trabajo siempre ha buscado salir de las esferas estandarizadas de la gráfica urbana. En algunas colonias del centro de la ciudad el transeúnte se topará con símbolos en color rojo sangre que, a la vista, cualquiera podría pensar que se trata de alguna extraña conjuración esotérica permeada de pentagramas, cruces, lunas y demás simbologías.
Lo cierto es que nada tiene que ver con extrañas invocaciones o campañas satanistas; son narrativas que cuentan historias de vida sobre la calle, la camaradería, el amor y la condición humana. Se trata de Yast, otro de los personajes de la CDMX que está devolviendo la vitalidad de la gráfica urbana a las calles. Fue así como All City Canvas se acercó a YAST para conocer más sobre la pasión que lo mueve: el Post Graffiti. Esto fue lo que nos dijo.
ACC.-¿Cuánto tiempo lleva YAST en el No Graffiti y cómo fue tu inicio?
YAST: Yo inicié haciedo graffiti con otro tag el cual era AROK y hacía puro aerosol y bomba. Después surgieron cosas en mi vida donde me encontré el roler. Siendo YAST tengo aproximadamente como 10 años ocupando pintura y extensor. Mi nombre parte de unas siglas que plasman hechos que me ocurrieron en el pasado; cuentan una historia y son iniciales de varios nombres y de varios lugares. Una historia un poco melancólica.
ACC.- ¿Qué significa para ti el Neo Graffiti?
Y: Yo creo que ya lleva tiempo haciéndose ya que hay personajes en mi ámbito que también están inmersos en la nueva gráfica callejera (o lo que llamo post graffiti). Para mi significa crear espacios, generar nuevas alternativas gráficas para que las nuevas generaciones vean que no sólo están los pioneros en el graffiti, que también están chidos, pero hay más. Es una responsabilidad del ser con lo que tienes.
ACC.-¿Qué influencias políticas, sociales o artísticas definen el estilo de YAST?
Y: Mis mayores referencias es el graffiti del 2 mil, aquel que donde se pintaban bombas en las azoteas. En algún tiempo pertenecía al crew DS y a partir de este team conocí a personas como Yet, Rozor, Dengue etc. y pensábamos algo similar: más que hacer graffiti marcar una historia y no sólo ver lo que hacían los grafiteros noventeros o dosmileros ya que era muy difícil salir de esa línea.
Recuerdo que salíamos a tomar, a jugar fútbol, escuchar música y cuando yo comencé a hacer esto del graffiti escuchaba cumbia villera la cual era música que mis amigos escuchaban ya que pertenecían a una barra a excepción de Yet o Dengue; ellos ya tenían el ojo puesto en el graffiti europeo o sudamericano. Ahora podría decir que mi mayor referencia es Yet ya que desde que yo empecé a pintar él ya pensaba lo que iba a hacer, hacía street art y yo veía lo que hacía y me gustaba. Fuimos amigos y nos aportamos ideas, comenzamos esta onda del roler y empezamos a hacer letras. Y básicamente esas fueron mis referencias.
Ahora pinto con mi amigo Mike y el es una referencia visual, musical y de graffiti entonces ya está más completo. La música pues obviamente tiene que ver con lo que hago y debe haber una armonía entre eso y lo que hago. Musicalmente hablando me influencía en techno y el Techno industrial y música como la que hace Green Velvet o Death Can Dance. También soy fan de ir a los museos; no tan fan del arte pero me gusta observar porque eso contribuye a mis ideas.
ACC.-¿Cuáles son las historias o sucesos que buscas narrar con tu obra?
Y: Todos mis símbolos tienen significado. Conforme fui leyendo, hablando con otras personas hice historias, regularmente son muy de lo que me pasa a mí; es lo que yo reflejo. Algunos piensan que soy satánico pero la realidad es que cuento historias de lo que me pasa a mi con mis amigos, en mi casa, con mi chica, en mi vida.
Tengo una pieza en La Raza que me agrada mucho ya que es la historia que me sucedió durate mucho tiempo con una morra y es la historia de como puedes ser tan lejano de las cosas pero a la vez puedes estar ahí; es una locura. Pero todas son historias personales que las tengo escritas. En cuanto a la simbología me gusta cómo se ve visualmente y que ésta te diga muchas cosas sin tener que escribir infinidad de palabras. Al principio usaba símbolos egipcios o mayas y jugaba con eso.
Pero llegó un momento donde me gustaron más los símbolos oscuros y los mezclé con letras. Viví en Zacatecas y cuando desarrollé ese estilo allá lo llamaron “Graffiti Satánico”. De regreso a la CDMX me di cuenta de que ya tenía un estilo. Al principio hacía rolers de todos lo colores, pero el rojo se ha convertido en un “rojo Yast”.
ACC.- ¿Qué piensas del salto que dio el graffiti de las calles a las galerías?
Y: Yo creo que ya está sucediendo y está chido porque ya la banda está haciendo otras cosas. También hay gente que le gusta apreciar el graffiti en otros lugares. Lo cierto es que mi arte va exclusivamente en la calle. Sin embargo, está chido que haya una diversificación de las cosas y que merezcan estar en otro lugar.
ACC.-¿Cuáles son las herramientas que no deben faltar en tu bolsa cuando sales a pintar?
Y: Un rodillo de 4 pulgadas, pintura, una extensión de 6.40 metros, son las que nunca deben de faltar…ahh y un toque.
ACC.-¿Cómo inicia tu proceso creativo, desde la gestación de la idea o concepto hasta la elección de spot y su ejecución?
Y: A veces comienza cuando veo el spot, regreso a ver cómo se puede subir; regreso, lo veo, lo analizo. Otras veces sólo llego al lugar porque siempre paso por ahí. Además, por mucho que estén a la vista mis spots sí están dirigidos a cierto tipo de personas que quiero que vean las piezas. Por ejemplo, en algún tiempo pinté mucho en la Escandón porque tenía muchos compas ahí y quería que vieran mi trabajo. También anduve en Santa María la Ribera porque mi morra era de ahí.
Entonces, ya teniendo en mente el lugar pienso qué me está pasando, algo como muy personal, y digo “esta va a ser la historia y vamos a acomodar los símbolos así para que quede simétrico” y también he empleado esa técnica de chorrear la pintura. En resumen, tomo una foto del lugar, me quedo con la mejor y con Mike pensamos en varias ideas de lo que podría ir ahí. Y en lugar de hacer bocetos hago tags y armo la composición. Primero mido el spot, corto los símbolos y luego empiezo a dar volumen; me tardo 3 o 4 horas. En general el proceso creativo es tomar una chela, fumar un toque y platicar con la banda sobre la pieza.
ACC.- ¿Hacia dónde se dirige el trabajo de YAST dentro del Post Graffiti?
Y: Quiero hacer varias cosas. La semana que viene hará unos chocolates con símbolos de mota. Próximamente voy a tatuar. Acerca de YAST lo seguirán viendo en la calle; lo que yo hago seguirá existiendo en la calle. Creo que verán a un YAST más prendido en las calles. Ese es el Post Graffiti.
No pierdas de vista los pasos de YAST por toda la CDMX a través de su Instagram donde podrás ver más acerca de su obra.