La ciudad portuaria evoluciona con murales de talento local e internacional
En su cuarta edición el Festival de grafiti y arte urbano de Barranquilla Killart 2018, vuelve para a abrir espacios a las voces de talentos originarios del barrio (y también foráneas) en una serie de 17 murales, que nacieron para seguir cambiando el aspecto urbano de la pintoresca ciudad.
Tocando temas como la dignificación femenina, el reflejo de la autenticidad barranquillera, la cultura colombiana en general, el famoso carnaval natal y el imaginario de la ciudad, los murales son un claro ejemplo de que las culturas latinas tienen todo un espectro de posibilidades sociales que su gente puede mostrar: De realidad a fantasía, de la felicidad y la festividad, a retratos un poco más crudos, todas ellas formando un mismo pueblo.
Uno de los artistas locales que representó con honores su natal ciudad fue Roberto Barraza, que en un gran lienzo de 23 metros de largo por 3 de alto dignifica el trabajo de los populares “carretilleros”, ya que dice, el arte es una herramienta de transformación social que refleja el lado bello de lo común.
En otro polo de la vida cotidiana del barrio colombiano, el artista francés Hopare, utilizo el retrato (su especialidad) para formar el rostro de “Rami” un habitante de calle, muy reconocido en el Barrio bajo de la ciudad, “Sentí el deber de hacer algo por él, y con mi arte sé que lo haré mucho más visible hacía la sociedad.”, dice el joven artista de 27 años.
Otros artistas participantes fueron; originarios de Barranquillas: Graff24, Joy, Omar Alonso, Linda Montoya y Shot, tres bogotanos: Guache, Gris y Notable, y 6 franceses: Cart1, Reso, Vinie Graffiti, Goin, Kid Kreol y Boggie.
Este festival que ya es un referente cultural turístico de la ciudad, volverá en futuras ediciones para seguir celebrando la visión de un pueblo tan lleno de identidad, que mucho tiene que aportar a la memoria cultural y artística del mundo. Les dejamos otros trabajos y sus autores para que se alegren la vista: