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Para concer más sobre Krishna VR y su trabajo, platicamos con la joven fotógrafa sinaloense
Krishna Valdez Ramírez, mejor conocida como Krishna VR es una joven fotógrafa de 20 años, originaria de Sinaloa, que ha desarrollado su propio estilo estilo. Ha formado parte de exposiciones en Europa, Estados Unidos, Japón y México.
Pero para conocer un poco más sobre su trabajo a corta edad, su proceso creativo e influencias, pudimos charlar con ella, con lo que logramos ver que es un alma creativa y muy inquieta, gustosa por experimentar y por mucho que vivir.
De primera instancia, Krishna VR es el nombre artístico con el que ella se ha dado a conocer. Actualmente tiene 20 años de edad y radica en Sinaloa. Se especializa en el retrato construido y conceptual.
“Desde chica ya me interesé por la imagen y comencé a jugar con la edición, mi primera cámara fue una Canon T3i.
Aproximadamente en el 2015 me di cuenta que esto me gustaba mucho, que era buena y comencé a verlo más allá. Comencé a meter mi trabajo a concursos, mi primera exposición fue en el Mueo de Louvre. Esto como parte de The exposure Award Collection junto a más artistas.
Y de ahí fui trabajando más en crear un estilo, algo que me caracterizara, encontrando el autorretrato. Al igual que lo conceptual y la edición que es gran parte de mi trabajo.“
Además de un estilo fortuito, la fotografía de Krishna tiene un porqué y un significado. Más allá de la belleza estética, un estilo único o una combinación de colores muy singular, todo busca expresar sentimientos y fragmentos de vida de la misma artista, transmitiendo en imagen sus inquietudes creativas.
“El querer decir algo con la imagen, que mostrara ideas que no solamente fueran una imagen, veía mucho en Instagram fotografías pero que no transmitan más, quería que mis fotografías mostrarán sentimientos, lo que veía, lo que me gustaba.
Algunos de mis primeros acercamientos a la fotografía fueron Marina Mónaco, Cristina Otero, Lidia Vives, Annie Leibovitz y Eugenio Recuenco. Quienes fueron los primeros que me hicieron explotar en cuestión visual con su trabajo.“
La magia de la imagen no es solo sobre esos resultados, ya que también todo lleva un proceso y ella lo ha hecho desde un aspecto independiente de la fotografía, teniendo autonomía y desarrollando su técnica. No solo de imagen, sino en el proceso creativo con el que ha desarrollado ideas, realizándolas y obteniendo resultados finales.
“Tal vez no en orden, pero siempre me la paso buscando ideas entre lo que vivo, lo que veo a diario. Escribir mucho sobre esas ideas, siempre estoy escribiendo sobre qué es lo nuevo que puedo realizar. También busco muchos materiales que pueda utilizar y gran parte de mi trabajo está en postproducción, a la edición.”
Algo interesante dentro de su carrera es el aspecto académico, aquel que busca validar profesionales con papeles. Y si bien, muchos artista tienen un desarrollo profesional en universidades de arte o diseño, Krishna no.
No se debe al que ella no quiera, sino que en el camino que ella tomó a corta edad no lo vio como una opción al inicio. Se ha desarrollado de forma autónoma, aprendiendo con sus errores, explorando las herramientas de edición y buscando su propia formación.
“Toda esta formación autónoma la he visto como algo positivo, si bien no acudí a una escuela. También aprendí muchas cosas que una escuela no te enseña como el expresar. La formación profesional sí, enseña sobre técnicas, cómo se hace cierta imagen, pero no te enseña qué tienes que expresar.“
“Ese es un camino que cada artista debe encontrar a base de sus necesidades y lo que quiera decir. Aunque sí he mantenido constantemente en aprendizaje con cursos y entrando a estudiar un poco más.
Esto también ha significado mucho en el mundo laboral donde pueden o no trabajar conmigo por la edad. Muchas veces me pasa que sí quieren trabajar conmigo porque les gusta mi trabajo, porque les interesa que sepa hacerlo. Pero también muchas otras me dicen que no por mi edad, porque soy muy chica.”
Entre toda esta evolución del trabajo profesional, hubo una imagen clave en todo el trabajo de Krishna. Se trata de Ofelia, un personaje proveniente de Hamlet, la cual se encuentra enamorada del personaje principal.
“En 2015 realicé Ofelia, un retrato para un concurso, pero en esa ocasión me sentí muy identificada con el personaje. Fue la primera vez que investigue sobre el personaje e intenté realizar algo distinto desde la planificación.
Busqué relaciones conmigo y a base de eso fui construyendo la composición. Al final, es una de mis favoritas porque veía la fotografía y no creía que fuera mía, porque no me parecía a quien estaba ahí. Sentía que era el trabajo de otra persona ya que no creía que yo fuera capaz de realizar lo que estaba viendo.“
Algo interesante y a la vez frustrante para un artista son los bloqueos creativos, aquellos que impiden realizar cosas nuevas o seguir adelante con ideas que les hacen dudar. Y Krisha no es la excepción, aunque como una joven de 20 años, resulta interesante ver su forma de escapar de aquellos instantes. No se trata de una poca madurez, como muchos podrían decirlo por enfrentarse a estos momentos a sus 20 años, sino porque justo la edad es una herramienta que ayuda debido al optimismo y la creatividad.
“Creo que como todo artista tengo topes creativos, pero en especial, cuando intento hacer algo nuevo que a mi público no le pueda gustar, tengo esa voz que me dice que podría no gustarle a las personas que ya me siguen por un estilo de imagen.“
“Pero de eso se trata, de seguir creando y buscar una satisfacción en lo que yo quiero hacer. Sí tiene que ver mucho la retroalimentación con el público, pero al final busco algo que me llene. Que me represente y busque decir algo que yo quiero decir, independientemente de que a las personas les guste.“
A todo esto, también llegan fragmentos de vida que pueden traducirse en miedo, ya sea de experimentar, del que dirán u otras situaciones. Pero ella no encuentra en su vocabulario la palabra “miedo”, ya que es muy consciente de lo dañino del concepto. Sin embargo, también está consciente de momentos que le causan ruido, pero que siempre termina superándolos.
“El miedo me causa repele, el miedo me come todo hasta lo bueno es por eso que evito la palabra. Siento que es un sentimiento que te impide hacer muchas cosas y que por lo mismo se come hasta buenas ideas.
Tal vez más que miedo lo veo como nervios, nervios de crear algo diferente o cuando envío trabajos a revisión. Pero siento que ese proceso es normal, por lo que tarde o temprano se tiene que ir”.
Sin duda, ante todo esto, el alma creativa de Krishna es una que sabe lo que quiere y busca en la fotografía. Asimismo, demuestra que muchas veces las barreras están dentro de uno mismo al desarrollarse profesionalmente a tan corta edad.
Por último, Krishna nos compartió algunas películas que son de su agrado por la fotografía, así como algunos libros sobre imagen y fotógrafos mexicanos que deberíamos comenzar a seguir.
Sus recomendaciones
“The Shape of Water, El perfume, también el libro, y Barry Lyndon son películas de las que me gusta mucho el trabajo de imagen. Así mismo hay unos libros sobre fotografía como: El Código secreto, Cartas a Theo y El Secreto.
Por otra parte, algunos de los fotógrafos mexicanos que me gustan son: Eduardo Gómez, Carlos Herrejón, Verónica Esqueda, Gaby Olmedo, Erik Vicino y Mario Olvera.“
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