El legado artístico de Noah Davis exploró a los sectores más oprimidos
El 29 de agosto de 2015 el artista Noah Davis partió de este mundo y, con él, el poder de expresar con la pintura todas las incertidumbres de la vida cotidiana.
Nació en Seattle el 3 de junio de 1983, y fue el hijo menor de Keven Davis, un abogado, y Faith Childs-Davis, una educadora. Y, a los 20 años, la mirada de la crítica ya estaba volteando a ver su obra. Después de asistir a Cooper Union en Nueva York, se mudó a Los Ángeles.
Este artista y su trabajo lograron hacerse un espacio en el mundo del arte debido a la gran pasión, el ímpetu y la inteligencia con la que expresaba sus emociones tanto en palabras como en la plástica. Sin embargo, a pesar de haber muerto a los 32 años, siempre estuvo en una constante evolución artística.
En sus primeras pinturas podemos encontrar imágenes poderosas llenas de sentimientos como la rabia y la tristeza. Asimismo, veremos siluetas de personas de reza negra llenas de melancolía en paisajes áridos, sombríos y un tanto irreales.
Posteriormente, su obra se tornó más geométrica y sus fondos se volvieron menos nebulosos, tonalidades más monocromáticas y los sentimientos de sus protagonistas más atemperados sin perder ese toque de nostalgia. Más tarde, en 2007, su obra llamó la atención del dueño de la galería de Culver City, Bennett Roberts.
En consecuencia, Roberts se convirtió en su galerista oficial durante 5 años. A partir de entonces sus piezas se vendieron a coleccionistas. Fue el caso de ochos de sus pinturas que compró la Rubell Family Collection. Esta familia presentó en 2008 una exposición itinerante con obras de importantes artistas afroamericanos, incluido Davis.
Por si fuera poco este artista fundó el Underground Museum en cual estaba conformado por escaparates conectados entre sí ubicado en la zona de Arlington Heights. El recinto presentó piezas de artistas como Henry Taylor, William Pope L., David Hammons e incluso Jeff Koons.
Después de su muerte quedaron al mando de la galería su esposa Karon, el hermano de Davis, Joseph y la curadora en jefe de MOCA, Helen Molesworth.
Finalmente, este es un breve recuento de su obra y legado. Sin embargo, a pesar de una muerte tan prematura hay detrás muchas más historias por contar. De lo que estamos seguros es que Noha Davis trascendió como una figura importante en el arte afroamericano.