Sin duda, las piezas de Tom Bob le sacan una sonrisa a quien las encuentre al caminar
Tom Bob es un artista que, indudablemente, trae la creatividad en los genes. Bob encuentra la belleza en espacios grises del entorno urbano que muchas veces contribuyen al desorden visual del espacio. No obstante, Tom tiene una imaginación de niño y no para de crear escenas y personajes que hacen más llevadero el ajetreo de la ciudad.
La cotidianidad deja de ser aburrida cuando Bob toma pintura y pincel y plasma lo que las formas de los objetos dictan en su mente. Por ejemplo, una tubería puede convertirse en un saxofón de un músico; una tapa de alcantarilla, en una pizza de pepperoni; una toma de agua, en un Charles Chaplin; una máquina de ventilación, en los walkman de una niña. Las posibilidades de Bob son infinitas.
Al final, hacer más feliz el día del transeúnte es lo que cuenta. “Mi objetivo es transformar los objetos de la calle en personajes divertidos y caprichosos, creando la emoción de la felicidad y el asombro”, comenta Bob. Muchas de sus piezas se encuentran en ciudades como Nueva York, pero también hay creaciones suyas en calles de California, Dubai o Taiwán.
Además, en 2017 intervino un muro en el festival Governors Ball, en Nueva York, donde participó junto a otros artistas urbanos en la creación de obras a gran escala expuestas durante la celebración del evento. Su trabajo, aunque no ha sido muy difundido, es formidable, pues es una clara muestra de creatividad e ingenio.
Finalmente, para ver más trabajos de Tom Bob puedes acceder a su perfil de Instagram y ver las genialidades que salen de su imaginación.