Cosas extrañas están ocurrieron en la capital de Japón previo a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021; una de ellas fue la aparición de unas cabezas humanas gigantes que emergieron de entre campos de árboles y los edificios de aquella ciudad.
Para muchos se trato de un suceso inquietante y, hasta cierto punto macabro. No onstante, se trató de una instalación del colectivo japonés Mé titulado Masayume o Sueño Proféctico. Las piezas espeluznantes evocaban rostros humanos impresos en un globo, que se lanzó sobre la ciudad el 16 de julio como parte del Festival de Tokio Tokio; un evento organizado para coincidir con el inicio de los Juegos Olímpicos.
Tal como su nombre lo señala, esta pieza tiene un trasfondo onírico, pues el artista de Mé, Kojin Haruka, retomó el concepto del enorme rostro a partir de una pesadilla que tuvo cuando era adolescente. Masayume se llevó a cabo de forma repentina, sin previo aviso y sin alguna razón clara.
De hecho, en el comunicado de prensa se lee: “La cara nos estará mirando desde el cielo en medio de esta pandemia. Es como si fuéramos parte del espectáculo”. El globo, equivalente a un edificio de seis pisos (unos 20 metros) sorprendió a los pobladores.
Quizá para algunos de nosotros esta pieza nos recuerda a la serie de televisión de anime Attack on Titan, o la historia de terror Kubitsuri Kikyu (The Hanging Balloons). Finalmente, los globos fueron exhibidos tan sólo un par de horas. Y, hablando de globos, ¿vieron los insectos de Masayoshi Matsumoto?
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