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El arte en todas sus expresiones está reflejado en un paseo diario por el metro de Estocolmo

El metro de Estocolmo se ha convertido en un atractivo turístico muy agradable para los visitantes debido a su arte. Ya que gran parte de las estaciones están intervenidas y muestran diferentes estilos de ambientación.

Visitar un país siempre implica ir a los sitios históricos, a museos y conocer la vida nocturna. Sin embargo, el subterráneo de Estocolmo, el transporte del día a día, se ha convertido en este tipo de atracción que no debe faltar en un itinerario de viaje debido a que gran parte de las estaciones cuenta con intervenciones artísticas que las hacen más atractivas. No sólo para amenizar la vista de sus usuarios diarios, sino también atrapando involuntariamente a los turistas que se movilizan en metro.

Pero no se trata de un atractivo nuevo o una iniciativa de mentes creativas jóvenes. Sino de un proyecto que inició en 1957, donde cada nueva estación que se construía se iba interviniendo, dándole vida a través de instalaciones, pintura, esculturas y otras expresiones artísticas.

Actualmente se cuenta con 14 estaciones intervenidas de pies a cabeza. Cada una con la participación de diferentes artistas y con temáticas completamente distintas.

Entre los artistas se encuentran la escultora Maria Miesenberger, los pintores Åke Pallarp y Enno Hallek y Gun Gordillo. Cada uno con tématicas que van desde lo neón, la naturaleza o hasta lo conceptual.

En algunas páginas de Internet los usuarios han posteado que han recorrido todas las estaciones en dos horas aproximadamente. Y que los precios del transporte son similares a los de un museo, por lo que resulta ser buena opción turística.

Por otra parte, también hay tours guiados y oficiales por parte del transporte público. De esta forma se ha alimentado de forma regulada el turismo con un plus de un mayor aprendizaje.