En Dicotomía, de Apolonia Colin, los límites del amor se desdibujan en oleadas de emociones y color
La directora Apolonia Colín presenta su primer cortometraje titulado Dicotomía, una historia donde las posibilidades de amar y odiar al mismo tiempo se conjugan para crear una cromática bipartita llena de trepidantes arrebatos emocionales entre una fina línea que separa la realidad de lo onírico.
Como en un arcano sueño los primeros atisbos de un amor lúgubre han escapado de la jaula para instalarse en la psique de sus protagonistas, cuya soledad los ha embaucado en una premonición llena de ambivalencias. En Dicotomía las historias escritas con sangre son vorágines que atormentan a dos almas llevándolas a epifanías donde el amor parece incierto.
Con esta primera obra Apolonia Colín reflexiona sobre la vacuidad de ese espacio emocional que siempre reside dentro de nosotros. De una manera intuitiva la historia deambula en la propia contemplación dejando que el ojo cinematográfico amplifique la resonancia de las pasiones a detalle.
Se trata de una propuesta emergente llena de espíritu, reflexiones intrínsecas y una pulsación artística que encuentra la urgencia de ser narrada. La realizadora y el equipo de producción de Dicotomía ejecuta esta ópera prima a través de un trabajo de cámara y post producción notables de principio a fin, así como guión escrito por Fernando Huacuz que vira su tono progresivamente; unos gráficos agresivos y elegantes de Sebastián Arredondo y un diseño sonoro exquisito realizado en colaboración con Gadget Funk Collective.